martes, 18 de febrero de 2014

El cigarrillo

El cigarrillo
hoja de ciprés en mis pulmones,
pincha.
Fumo pluscuamperfecta-mente
como un acólito del humo empedernido.
Intermedio entre siesta y una hora más larga de la cuenta
un café-revuelta-un café que amargo se relumbra.
A dormir por lujo
por amor a los sueños de este ensueño,
debajo de la lengua
escondo la liturgia orbitaria de la noche
es redonda
del color de una luna desteñida.
Cómodo y gris
ajeno a los sonidos, silencio, si cabe aquí más silencio.
Noche ya
pierna sobre pierna
una mortaja a rayas que ralla en gris y azul
el rojo fluorescente de la almohada.
Fumo
las horas se diluyen
en un vaso olvidado en la mesita
que el tiempo dibuja algas de tremenda soñolencia.
Desisto
los ojos se me cierran
dormir hasta la tres
me pesan ya la letras
ya dejo de fumar
ya dejo de escribir
ya dejo de vivir,
¿entonces sueño?

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