domingo, 9 de marzo de 2014

De tan grande insulta



De tan grande insulta
me recuerda que todo es de piedra
las naranjas, el as de picas
los pies peregrinos
las manos santas,
el juego y sus dados
yo diría que hasta el paraíso petrifica
con su arrogancia.
Pesada,
solida de ideas
inerte y fría
ayer sentí su sombra estanca
sus uñas alargadas,
su canto de campanas atronando en mis oídos
comencé a odiarla un poco más
que de costumbre
Ella es el dedo gigante
en el centro de mi herida que es piel
sangrando
y que hasta en la ultima gota de su sangre
reniega de sus piedras
blasfemando muerte
jurando vida.

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